Un hábito es cualquier comportamiento aprendido, (el cual no es innato, no nacemos con ningún hábito) mediante la repetición, que se realiza de forma habitual y automática sin apenas pensar en ello. Es un elemento básico del aprendizaje humano. Según los científicos los hábitos, sean positivos o nocivos, se crean porque el cerebro siempre busca la forma de ahorrar esfuerzo.
La repetición influye mucho y es una herramienta básica en psicología. Un estudio titulado “Cómo se forman los hábitos: modelando la formación de hábitos en el mundo real”, publicado en la Revista Europea de Psicología Social, concluía que se requerían 66 días de promedio para crear un hábito que perdure en el tiempo y además concluyó que el tiempo para alcanzar el automatismo del nuevo comportamiento varió de 18 a 254 días. Esta variación tan amplia se justifica porque varían la perseverancia y motivación de las personas y el hábito a conseguir. Por ejemplo, se comprobó que los hábitos relacionados con el ejercicio físico tardaban más en adquirirse que la costumbre de consumir una fruta al día. «Si repites algo cada día en la misma situación, se convierte en una reacción automática ante dicha situación», afirmaba Jane Wardle, coautora del estudio. Cuando se ha creado el hábito el comportamiento se ha hecho automático.
Entonces podemos reestructurar nuestro cerebro simplemente cambiando nuestra forma de pensar o aprendiendo nuevas habilidades. Si decidimos elegir un nuevo hábito y estimulamos repetidamente las nuevas conexiones neuronales, estaremos creando una mentalidad distinta en nosotros, estaremos instaurando una nueva forma de pensar y de experimentar la realidad. ¡Qué interesante!
Aquí te compartimos cinco maneras de crear hábitos saludables.
1. Define lo que quieres:
El primer paso para adquirir hábitos saludables es descubrir cuáles son los hábitos que quieres incluir en tu vida diaria. Tienes que tener claros tus objetivos.
Invierte tiempo en explorar y descubrir qué quieres y qué necesitas en este momento en tu vida. Ser consciente de ello te permitirá dar el siguiente paso: formular un plan específico.
2. Haz un plan.
Una vez tengas los objetivos claros, tienes que definir un plan con acciones realistas. Céntrate en pequeños pasos que puedas hacer y repítelos para conseguir tus objetivos. Una estrategia de cambio de comportamiento efectiva es un enfoque basado en pequeños cambios.
Ejemplo: comer frutas en el desayuno. Si deseas incorporar este hábito lo tendrás que repetir día tras día.
3. Sé constante:
La repetición de una simple acción la convierte en habitual, porque se activa automáticamente.
En otras palabras, cuando repites ciertos comportamientos después de situaciones determinadas, con el tiempo el cerebro acepta estas acciones como automáticas.
Por ejemplo, si entrenas antes de desayunar, la automaticidad de este comportamiento aumentará con el tiempo. Así, si te acostumbras a hacer esta actividad cada día antes del desayuno, el cerebro se preparará automáticamente para entrenar, en vez de tener que tomar la decisión de forma consciente.
Se necesitan dos meses para que una acción se vuelva automática. ¡Así que la constancia es la clave! Cuando hayas repetido un comportamiento durante dos meses, se transformará en algo natural y lo harás de forma consistente.
4. Supera los contratiempos
Los contratiempos pueden aparecer en cualquier momento cuando estás intentando conseguir un objetivo. Habrá días en los que no seguirás tu plan a la perfección, en los que te saltarás un entrenamiento, en los que te dejarás llevar por los antojos o en los que no habrás dormido lo suficiente.
El no cumplir ocasionalmente con la rutina de un comportamiento, no afecta de forma seria el proceso de formación de hábitos. La automaticidad de un hábito se recupera tan pronto como se vuelve a efectuar la acción.
Obviamente, cuanto más tiempo estés sin hacer las acciones, más difícil será volver a recuperar el estatus de “hábito”. Así que, aunque a veces está bien saltarse la rutina, intenta volver al plan tan rápido como sea posible para no romper el hábito.
5. Toma un respiro:
Es adecuado también tener momentos de pausa. Resérvate tiempo cada semana para la relajación y el disfrute.
En este tiempo de pausa, puedes dar un paseo relajante, participar en una clase de yoga, darte un masaje o leer un libro en el sofá. Usa este tiempo para recuperar el cuerpo y la mente para otra semana de bienestar.
Ahora, ya sabes que con disciplina puedes crear nuevos hábitos.
¿Qué hábitos te gustaría incorporar a tu diario vivir? Te leemos.
Deja tu comentario y haznos saber lo que piensas. Te esperamos
Silvia Santillán. Equipo GoodTimes4you
Fuente: Centro de Psicología adapta, Madrid. Centro GeoVictoria – Barcelona.
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